En la actualidad, los obispos continúan con la antigua costumbre de elaborar un escudo heráldico. Más que un escudo de armas o de linaje, hoy se ha convertido en una especie de marca o expresión de los propios ideales espirituales.
Diseñado por el historiador y genealogista, Eduardo José Pardo de Guevara y Valdés escudo de D. Antonio Valín Valdés consta del capelo verde episcopal ornado lateralmente con dos cordones y seis borlas cada uno en tres órdenes, junto con la cruz. Sobre un fondo azul, una estrella de oro y bajo ella dos ondas de plata, acompañadas de cuatro roeles de gules, cargados de una cruceta de plata, tres intercalados y uno en la punta. Al pie, el lema elegido por él: «Caritas Christi urget nos».
La estrella: Alusión a María, Stella maris. La figura y la devoción mariana ha sido muy importante en la trayectoria de D. Antonio, así como de la diócesis de la que proviene y a la que llega. Está en el centro del escudo, bien visible, para manifestar la importancia a esta alusión y para recordar ese “faro” que nos acompaña y guía hasta Cristo.
Las ondas: Referencia al mar, presente en su pueblo natal, Ribadeo, y en las diócesis que lo configuran: Mondoñedo-Ferrol y Tui-Vigo. Mar que habla de la inmensidad de Dios y de la Casa común, regalo de Dios; y de los trabajos y esfuerzos de tantos hermanos que viven, luchan y mueren en el mar. Mar que une realidades y culturas diversas, que habla de diálogo, encuentro, comunión y fraternidad.
Las cruces: aluden al linaje de los apellidos, linaje familiar.
Sobre su lema episcopal, «Caritas Christi urget nos», D. Antonio Valín explica que esta frase «nos recuerdan que el amor de Dios, manifestado en Cristo, es el lugar desde el que acercarnos y abrazar al mundo entero. Este amor es lo que llena nuestros corazones y lo que nos impulsa a anunciar el Evangelio y el Reino de Dios».
Así, continúa expresando el obispo, «el amor de Cristo es lo que nos impulsa a salir y acercarnos a todos, a ser discípulos amados por Dios y misioneros de esta Buena Noticia. Esa caridad nos lleva a comprometernos en la transformación de la realidad y con cada persona; a tener un corazón universal abierto al prójimo, a todos, y una delicadeza especial con los más desfavorecidos de la sociedad que, en palabras de Vicente de Paúl, son “nuestros amos y señores». Todo desde ese amor; todo con ese amor, nada sin ese amor».
Excmo. y Rvdmo. Sr.
D. ANTONIO JOSÉ VALÍN VALDÉS
Obispo de Tuy-Vigo